Los suicidas
Con una mirada, dirigí sus palabras a mis oídos
Que con mis manos moldeé, y transformé
Como un desdichado, clamando penurias a los hombres
Con lentitud acaricie su espalda mientras me miraba
Y ambos bajábamos nuestros pies, peldaño a peldaño
Piedra por piedra.
Juntos, cruzamos el umbral
Mientras nuestros pies se sumergían bajo el agua
Y el mar nos abrazaba con ternura.
E.U.E.R
Con una mirada, dirigí sus palabras a mis oídos
Que con mis manos moldeé, y transformé
Como un desdichado, clamando penurias a los hombres
Con lentitud acaricie su espalda mientras me miraba
Y ambos bajábamos nuestros pies, peldaño a peldaño
Piedra por piedra.
Juntos, cruzamos el umbral
Mientras nuestros pies se sumergían bajo el agua
Y el mar nos abrazaba con ternura.
E.U.E.R
1 Comments:
Me parece que esta pieza de poesía es digna de cierta admiración.
No puedo ver a mi primera vista la perfección en la simetría entre las imágenes de lo grandioso y lo delicado, pero al menos es visible en la oposición de "clamando penurias a los hombres" y "con lentitud acaricié su espalda", la cual llama mi atención.
El verso final, por cierto, contiene una configuración algo bella mezclando la inmensidad del "mar" con esa "ternura" más propia de lo mesurado o de lo humano, sencillamente (tal vez).
¿E.U.E.R. es la firma del autor?
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